sábado, 18 de agosto de 2012

EL VALOR DE LA VIDA


El hombre viejo...
El hombre sabio...
El hombre viejo es sabio...

Un hombre de 92 años, bajo, muy bien vestido, quien cuidaba mucho su apariencia, se está cambiando a una casa de ancianos hoy.

Su esposa de 70 años murió recién y él se vio obligado a dejar su hogar.

Después de esperar varias horas en la recepción, gentilmente sonríe cuando le dicen que su cuarto está listo.

Conforme camina lentamente al elevador, usando su bastón, yo le describo su cuarto, incluyendo la hoja de papel que sirve como cortina en la ventana.

- “Me gusta mucho”, dijo, con el entusiasmo de un niño de 8 años que ha recibido una nueva mascota.

- “Señor, usted aún no ha visto su cuarto, espere un momento, ya casi llegamos”.

“Eso no tiene nada que ver”, contesta.

“Ya está decidido en mi mente que me gusta mi cuarto. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto”.

“La felicidad yo la elijo por adelantado.

Si me gusta o no el cuarto no depende del mobiliario o la decoración, sino de cómo yo decido verlo”.

“Yo puedo escoger: Puedo pasar mi día en cama enumerando todas las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan bien, o puedo levantarme y dar gracias al cielo por aquellas partes que todavía trabajan bien”.

“Cada día es un regalo, y mientras yo pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día, y todos los recuerdos felices que he construido durante mi vida”.

“La vejez es como una cuenta bancaria: Tú retiras al final lo que has depositado durante toda tu vida”.

Así que mi consejo para ti es que deposites toda la felicidad que tengas en tu cuenta bancaria de recuerdos.

Gracias por tu parte para llenar mi cuenta con recuerdos felices, los cuales yo todavía sigo llenando...

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.

El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

- ¿Dónde están sus muebles? preguntó el turista. Y el sabio, rápidamente, también preguntó:

- ¿Y dónde están los suyos...?

- ¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

Yo también... concluyó el sabio.

“La vida en la tierra es solamente temporal... sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices”.

“El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables”.

Y recuerda:

Dios no te preguntará qué modelo de auto usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste.

Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará cuánta gente recibiste en ella.

Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.

Dios no te preguntará cuan alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.

Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.

Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.

Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.

Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.

Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.

Libera tu corazón del odio.

Libera tu mente de las preocupaciones.

Recuerda estas simples líneas para lograr la felicidad:

Vive de forma simple...

Da más...

Espera menos...

0 comentarios:

Publicar un comentario

A raiz del Spam incesante, los comentarios están siendo moderados y serán publicados a la brevedad. Espero sepan disculpar las molestias. Gracias!!!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails