Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía... Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:
“¿Puedo hacerte tres preguntas?”...
“No acostumbro dar este precedente a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar”, contestó la serpiente...
“¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” -preguntó la luciérnaga.
“No”, -contestó la serpiente.
“¿Yo te hice algún mal?” -dijo la luciérnaga.
“No”, -volvió a responder la serpiente.
“Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?”
“¡¡¡Porque no soporto verte brillar!!!”
Muchos de nosotros nos hemos visto envueltos en situaciones donde nos preguntamos:
¿Por qué me pasa, no he hecho nada malo, ni daño a nadie?
Sencillo es de responder... ¡¡¡Porque no soportan verte brillar!!!...
Cuando esto pase, no dejes de brillar, continúa siendo tú mismo, continúa y sigue dando lo mejor de ti, sigue haciendo lo mejor, no permitas que te lastimen, no permitas que te hieran, sigue brillando y no podrán tocarte... porque tu luz seguirá intacta.
Tu esencia permanecerá, pase lo que pase...
¡Sé siempre auténtico, aunque tu luz moleste a los predadores!
lunes, 25 de julio de 2011
Luciérnagas
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