domingo, 13 de noviembre de 2011

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra


Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestraLo que el corazón quiere, la mente se lo muestra

Esta es una entrevista que, la periodista Ima Sanchís de La Vanguardia Digital, (Diario español), le realizó al Dr. Mario Alonso Puig, quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: “Son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona pre frontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. “Hay que entrenar esa mente”.
Nací en 1955 y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres hijos. Soy cirujano general y del Aparato Digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar “Madera de Líder” de la editorial Empresa Activa.

- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?

-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra- ¿Psiconeuroinmunobiología?

-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad, (y ha sido demostrado de forma sostenible), de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.


- ¿De qué se trata?

-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El estrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

- ¿Qué tipo de cambios?

-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?

-Un valioso recurso contra la preocupación, es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?

-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra- ¿Dice que no hay que ser razonable?

-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. “Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”.

- Exagera.

-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.

- Más recursos...

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con trastornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?

-Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metafórica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.

- ¿Seguro que no exagera?

-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador, (nosotros), altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harvard han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía, (Repetición de lo mismo...), interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?

-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: La percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.

- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.

-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

- Deme alguna pista.

-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

- Ver lo que hay y aceptarlo.

-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

Ya lo dijo Salomón:
“EL CORAZON ALEGRE CONSTITUYE BUEN REMEDIO Y HACE QUE EL ROSTRO SEA HERMOSO... EL ESPIRITU TRISTE SECA LOS HUESOS”...
Entrevistas a Dr. Mario Alonso Puig en YouTube:


4 comentarios:

  1. Es un artículo estupendo, una apuesta al interior de nosotros mismos, ese universo maravilloso y aún desconocido en gran parte, para el hombre.

    ¡Tiene mucha lógica mi Amigo! Y nunca puede ser malo disciplinar los pensamientos negativos, que son lastre y perjudiciales incluso para la salud.

    (La respiración abdominal es una sugerencia que apenas leí, me pareció sensacional. No se me hubiera ocurrido que también puede ser tan útil a estos efectos!) Vamos por ella!

    ¡Muchas Gracias, una vez más y van....por este artículo!

    Mi abrazo con todo cariño!

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  2. Considero que es un artìculo muy estupendo.Verdaderamente he pensado muchas veces como nos influye el pensamiento y conforme a ello y a ese dialogo interno que solemos mantener, asi seràn los frutos o el resultado de nuestra vida.
    Hemos llegado a travez de ello a acondicionar buenos hàbitos, aunque tambien negativos, y es ese autopiloto que tenemos el que de alguna forma debemos moldear para tener una buena directriz; me parece fantàstico ademàs esto de la respiraciòn abdominal emtre otras tècnicas para ganar una salud relativamente buena. /Todo mi respeto y agradecido de leer algo tan interesante.!!Bendiciones

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  3. Tal cual, Susana! Visto así, leído así, todo parece muy fácil y accesible, ¿verdad?... el tema realmente importante es llevarlo a la práctica, que es lo que más cuesta. Aquí no se trata de falta de intención, (que todos la tenemos y muchas veces en demasía, sería algo así como decir: “El lunes comienzo la dieta”, jajaja...), sino de la santa paciencia nuestra en llevarlo a la realidad, ponerlo en práctica, con la sola voluntad no alcanza, hay que proponerse y hacerlo; observa cuando le consultan ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?, responde:

    “El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.”

    Y cuando la periodista, pide una pista, Mario Alonso Puig replica:

    “Cambie hábitos de pensamiento y “entrene su integridad honrando su propia palabra”. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

    Conclusión, los resultados no se ven de un día para otro, todo lo contrario, cuanto más lo ejercitamos, mejores resultados obtenemos. Te mando un beso enorme, querida amiga!

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  4. Estimado Francisco, antes que nada, muchísimas gracias por tu visita y palabras elocuentes!

    Somos como somos por lo que pensamos y sentimos internamente que somos, guau! Parece un trabalenguas, pero es una realidad, ¿cierto?...

    Según el Tai chi, con la respiración abdominal transformamos el Chi, (En la cultura china tradicional el qì (chino simplificado: 气, chino tradicional: 氣, pinyin: qì, literalmente “aire, aliento, disposición de ánimo”, pronunciado “chi” [tɕʰi˥˩] en mandarín estándar) es un principio activo que forma parte de todo ser vivo y que se podría traducir como “flujo vital de energía”.), del aire en energía vital. Inspiramos hacia el abdomen de forma que el diafragma desciende y de esta manera los pulmones se expanden mas y aumentan su capacidad. Al respirar movemos el diafragma hacia arriba y hacia abajo y este movimiento nos da un masaje en los órganos y actúa como una bomba que mueve el Chi en nuestra estructura energética.

    Francisco, te diría que el agradecido soy yo por contar con tu presencia en mi blog, esperando que se repita.

    Mis saludos más respetuosos para ti!

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