Juicios a la carta

Experiencias gastronómicas que terminaron en la Justicia.

Las demandas más insólitas contra los restaurantes.

Disparates y aberraciones que llevaron a la gastronomía al banquillo.
Por accidentes absurdos, clientes intoxicados y sorpresas desagradables en el plato, entre otras situaciones, el rubro gastronómico más de una vez se tuvo que ver cara a cara con la Justicia. Estas son algunas de las postales de antología. Impresionables, abstenerse.

1. Por engordar: La corte brasileña ordenó en octubre de este año a la cadena de hamburguesas de los arcos a pagar US$ 17.500 a un ex empleado por "haberlo forzado a engordar 30 kilos" durante sus 12 años de trabajo. El ex gerente, de identidad reservada, aseguró que se sentía obligado a probar diariamente los productos para garantizar su calidad, lo que incrementó su consumo de calorías.

2. Por un inodoro criminal: Las vacaciones fueron una tragedia para el canadiense Edward Skwarek. Sus partes íntimas quedaron aplastadas entre la tabla y la tasa de un inodoro defectuoso, en el baño de una reconocida cadena de café, en Nueva York. Además de dolor, le provocó discapacidad sexual, dijo, y reclamó US$ 1,5 millones. Su esposa pidió otros 750.000 por haber sido privada de los servicios conyugales.

3. Por pasarse de vivo: El dueño de un restaurante de Plaza Navona, en Roma, fue acusado de estafa por una pareja de japoneses, en junio de 2009. ¿Por qué? Comprobaron que les cobró el menú a un precio que no era el de la carta: 580 euros, más una propina de 115,50, que cargó a la tarjeta de crédito sin autorización. Tras la inspección, se ordenó el cierre del local.

4. Por un preservativo: Laila Sultan saboreaba una sopa crema de almejas, en un restaurante de la cadena McCormick & Schmick's, en California, cuando masticó lo que pensó era un calamar… y era, nada más ni nada menos que un preservativo. La demanda terminó en un acuerdo con la empresa, que permaneció bajo estricta confidencialidad.